El Barómetro del Libro del Consumidor del Libro Digital, iniciado en 2018 por “Ruediger Wischenbart Content and Consulting”, proporciona información sobre las ventas y la evolución de los consumidores en los segmentos de ebooks y audiolibros. La edición actual de este informe, publicada en junio de 2022, se basa en el impacto de la pandemia de Covid19 en el consumo de ebooks y audiolibros.
En los dos últimos años se ha producido un notable crecimiento en todos los segmentos de los mercados de libros digitales, liderados especialmente por el consumo de audiolibros, y con el "streaming" mostrando el mayor incremento. Sin embargo, los aspectos cuantitativos sólo ponen de manifiesto una parte de la dinámica que apunta a unos cambios muy potentes en el consumo digital.
Cuando los libros electrónicos habían ganado presencia entre el público lector, a menudo se consideraban un formato más de los libros, junto con las ediciones de tapa dura y de bolsillo.
Pero en los últimos años ha quedado cada vez más evidente que los "libros digitales" son mucho más que eso. Se pueden encontrar varios formatos digitales (sobre todo, libros electrónicos y audiolibros), que se distribuyen a través de diversos canales digitales -y, por lo general, sin ningún tipo de soporte físico- mediante una serie de modelos de negocio diferentes, como la venta de descargas de títulos individuales, así como servicios de suscripción y streaming o el préstamo digital proporcionado por las bibliotecas.
En la primavera de 2020, cuando el Covid-19 obligó a las librerías y a otros puntos de venta no esenciales a cerrar durante semanas y meses, junto con las escuelas, y una parte importante de la fuerza de empleo trabajando desde casa, el consumo digital de libros en cualquier forma vio un pico instantáneo que resultó masivo.
La etiqueta de "consumo digital" incluye tanto la compra de libros físicos en plataformas de comercio electrónico, así como la entrega digital de cualquier contenido librario.
En 2022, ha quedado claro que el impacto de la pandemia ha provocado numerosos cambios y transformaciones que han llegado para quedarse.
La evolución de las ventas de libros electrónicos desde una perspectiva plurianual, especialmente si se mide por el número de unidades consumidas (o volumen), revela un patrón de crecimiento subyacente que ya había experimentado un cauteloso repunte en 2019, poco antes de que comenzara la pandemia de Covid-19, seguido de un fuerte pico en 2020.
La pregunta clave para 2021 era, por lo tanto, si ese repunte, impulsado especialmente por los cierres de librerías físicas en el segundo y tercer trimestre, sería una excepción de corta duración, o una tendencia más resistente.
Los datos de ventas de una serie de mercados tan diversos como Italia, los de lengua alemana (con Alemania, Austria y partes de Suiza), Brasil o los mercados en lengua española (que incluyen España y gran parte de las Américas hispanas), apuntan fuertemente a esto último. El crecimiento digital, acelerado por la pandemia, parece haber llegado para quedarse.
Aunque en el 2021 se produjo un descenso relativo con respecto a 2020, las ventas declaradas son en su mayoría muy superiores a las de antes de la pandemia. Y cuando se desglosa por trimestral, se observa un nivel de ventas bastante estable establecido a lo largo de todo el año 2021.
Los hábitos de lectura digital han experimentado varias dinámicas en los últimos años que apuntan a un cambio más profundo, no sólo por parte de los lectores que adoptan los formatos digitales, sino, lo que es quizás más relevante, por los diferentes modelos de negocio y de acceso.
Previo a la pandemia, varios vendedores importantes habían empezado a aumentar la promoción de los contenidos multimedia digitales para los consumidores, ya sean libros electrónicos, audiolibros o podcasts. Los consumidores parecían estar abiertos al cambio hacia nuevas prácticas.
Las bibliotecas públicas, cuyo sistema de "carnet de biblioteca" tiene algunas similitudes con el abono, parecían ser más cautelosas al principio. Pero en el 2020, las bibliotecas aumentaron significativamente sus compras de libros electrónicos, con especial atención a los libros educativos en 2020 y 2021, lo que supuso ganancias comerciales para las respectivas editoriales científicas, profesionales y educativas.
Al principio, los ebooks se habían ganado la reputación de ser populares sólo para unas pocas categorías de género que favorecían el entretenimiento fácil, como el romance, la fantasía o la ciencia ficción. Y como consecuencia directa, la mayor parte del consumo se producía en ofertas de muy bajo precio. En cambio ahora, los precios promedio han aumentado.
El crecimiento digital de los últimos años ha supuesto una clara ampliación de los catálogos de títulos disponibles, que han pasado a ser más representativos de todo el espectro del libro y, por tanto, el consumo se ha diversificado.
El confinamiento ha transformado los hábitos de descubrimiento y consumo de contenidos culturales, entretenimiento e informativos, y han convertido a millones de personas en nuevos usuarios de todo tipo de plataformas de suscripción. Además del cambio de hábitos de consumo, la oferta es inmensa, y el aumento en la concentración de plataformas de contenido audiovisual, así como la constante incorporación de nuevas y más especializadas normalizaron el consumo de la suscripción en todos sus formatos; incluyendo, por supuesto, el editorial.
Dentro del mercado español y latinoamericano, cada día hay más editoriales que apuestan fuertemente por la distribución de sus libros en formato digital para llegar a lectores de todo el mundo. A continuación podemos comprender mejor según los datos arrojados por el informe, cuáles son las particularidades de cada región para comprender mejor el mercado.
Datos relevantes para España e Hispanoamérica
Tanto la novela general como los policiales son las categorías de género ganadoras en el consumo de ebooks en lengua española en los últimos años.
- Los títulos de no ficción tienen una mayor representación en comparación con los mercados de lengua alemana.
- Ligero aumento de la categoría infantil y juvenil, ya que podría abrir un nuevo segmento de público para la lectura digital.
- Los materiales educativos no han calado hasta ahora en las compras de los usuarios, pero tienen una gran demanda en las bibliotecas.
- Los títulos se venden sólo poco después de su lanzamiento, o pueden ganar una popularidad duradera entre el público.
- Los editores pueden influir positivamente en un ciclo de vida prolongado fomentando los pedidos anticipados de un título, algo que muchos editores en lengua española han aprendido durante la pandemia.
La ficción romántica ha perdido terreno en favor de la ficción general y, aún más, de los libros de no ficción y educativos.
México es un mercado en el que los libros digitales han llegado relativamente tarde y a niveles globales bajos, Pero durante el 2021 y según lo que arrojan los resultados del primer trimestre de 2022, se observa una nueva "normalidad" -sensiblemente más alta que años anteriores- en el consumo de libros electrónicos.
El crecimiento digital fue aún más dramático, con enormes ganancias en la suscripción, que ya había empezado a ganar tracción en 2019, antes de la pandemia, mientras se estabilizaba una vez que los consumidores habían aprendido a apreciar la nueva oferta impulsada por el “acceso".
En 2018, la lectura digital en México era un nicho casi excluyente para el consumo rápido y pausado de historias románticas. A medida que el mercado digital avanzaba, otras categorías de género ampliaron su participación, de modo que a principios de 2022, el romance representa sólo una cuarta parte del consumo de libros electrónicos por volumen de ventas.
Otras categorías, sobre todo las de educación y no ficción (que en conjunto incluyen cantidades significativas de títulos de superación personal y autoayuda), así como la ficción general, podrían expandirse.
Se observa un mercado digital cada vez mas diverso, con perfiles económicos distintos para cada categoría de género.
En los últimos años, Brasil ha asistido a la fuerte y continua aparición de un sector del libro digital, con la pandemia como potente acelerador. El elemento más llamativo, sin embargo, es la dinámica que se esconde detrás de una rápida expansión de las formas de entrega y consumo distintas de la "venta por descarga" de un título a la vez.
En los libros electrónicos, y aún más en los audiolibros, el crecimiento está determinado por una mezcla de suscripción y streaming.
Mientras que la ficción general ha experimentado algunos avances recientemente, las categorías combinadas de no ficción y educación son predominantes, lo que debe verse con cierta distinción: se destacan libros religiosos, además de aquellos que hablan de la mejora personal y la autoayuda.
Cuando se analiza por volumen de ventas, las ofertas de bajo coste gozan de la mayor popularidad. Sin embargo, los ingresos generados también provienen de los libros de mayor precio.
Ya con los datos del primer trimestre del 2022, podemos confirmar que el mercado del ebook sigue creciendo y esto es debido principalmente al crecimiento del modelo suscripción, que ha aumentado el número de lectores en España y, paralelamente, el auge del consumo de este modelo en México.
Los últimos años han supuesto un desafío tanto para consumidores como para empresas, los creadores de contenido han tenido que adaptarse a una nueva normalidad que implicaba un cambio de estructura y los contenidos, los libros y las marcas, que alguna vez fueron herramientas puramente textuales, han tenido que adaptarse a nuevas circunstancias. Es crucial acompañar los cambios brindando herramientas que faciliten la adaptación y mejoren la
experiencia.
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